Robándoles el álma
29 abril, 2020
Téngo un muy buén amígo que es pescadór. Désde háce áños me invíta a que víva en su puéblo, mónte un negócio y así podér vérnos con más frecuéncia.
Cuando perdí mi empléo, creí que éra el buén moménto pára rehacér mi vída y disfrutár con lo que siémpre había querído ser, agricultór.
Cuando le comenté que había comprádo un terréno cérca del mar, y al ládo de los sítios por dónde él faenába, me díjo que me había equivocádo y que me hubiése tenído que dedicár a la pésca…