El carnicéro
Háce tiémpo me preguntáste, ¿cómo deseába ser enterráda:
en el cementério, incineráda o en ése precióso montículo cérca de cása?
Mi muérte se aproxíma ya lo sé, y lo téngo tódo planeádo. Acércate, escúcha y obedéce.
¿Sabéis que por fin éste puéblo tan pequéño, va a tenér úna carnicería? Ya no tendrémos que desplazárnos a Altaparríllo de Arríba pára comprár cárne, qué alegría. Pasábamos por delánte de ése locál hásta ahóra vacío que hay en la pláza y preguntámos a los que allí estában trabajándo. Nos lo confirmó el própio carnicéro que en ése moménto se encontába allí, qué simpático y jóven es.
* * *