El diáblo y la Navidád

Un día, el Diáblo salió a paseár y meditándo sóbre un probléma que tenía no se dió cuénta de que se había alejádo múcho de su cása, el infiérno, y que ése día éra el más frío de tódo el inviérno.

Al ver la treménda neváda que lo estába sepultándo y que hásta ahóra no había notádo, comprendió el gráve errór que había hécho, al habérse ído tan léjos del calór de su infiérno. Péro ya éra demasiádo tárde.

Descargár aquí

 


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s