A pesár de lo que paréce, la metamorfósis es un procéso solitário, lárgo, lénto y doloróso.
Al despertár noté que definitívamente álgo en mí estába cambiándo, el procéso de mi transformación sin dúda había comenzádo. Tóda mi piél éra múcho más dúra y ménos flexíble. Hacía tiémpo que lo estába notándo, péro ése día comprobé que éra ya generál.
A éste cámbio se le sumába un pequéño dolór que ántes éra parciál y temporál péro que ahóra se estába convirtiéndo en permanénte, generalizádo y más inténso.